Algunas cosas que hay que decir...
Thursday, September 02, 2004
Por las buenas o por las malas, este amigo Pete es un hombre que contribuye al progreso sensible de la sociedad, y en ésta al de unos cuantos ociosos como yo. ¿Cómo? Por inercia, supongo, por contraste, como un negativo colgando en el cuarto oscuro o simplemente cosechando de su jardín personal de experiencias ( I have such a rich garden of day to day experiences to harvest from), para nuestro placer como lectores. No lo dirías al ver su foto. Pete lleva (o llevaba; es difícil sobrellevar el ritmo de su escritura) cuatro años en una prisión federal. Y durante se tiempo los lectores de Pete aumentaron considerablemente. A mí me importa, a mí que me he chutado sus archivos desde hace tiempo y que incluso tengo subrayados y toda esa parafernalia. Lo que de verdad me gustaría sería una foto de la celda de Pete. ¿Cómo será? ¿Tendrá un lavabo y una taza en buenas condiciones? Qué poco sé de la vida real. Lo sé cuando me despierto tarde y escucho la parafernalia de mi vida diaria, los perros, los vecinos, campanitas avisando que hay que sacar la basura, tipos gritando gas a todo pulmón. ¿Y qué hago? Voy a la cocina y me preparo una primera taza de café. Me engancho al Internet y reviso mi magro correo. Escribo un par de cartas y me hundo de nuevo en la cama a leer un libro. No es la gran vida. Hay un libro ahí a punto de cocinarse, de hecho casi cocinado y es lo único a lo que puedo aferrarme. Un libro de historias que pronto tendré en las manos (eso espero). (También mi amigo Daniel Espartaco está a punto de sacar su libro llamado Los pañales rojos, que recomiendo, al que le hago publicidad por si alguien lee hasta aquí). Y eso no es todo. Al mediodía viene la depresión porque mi vida no va a ningún lado. Simplemente se descarrió. Hubo una época en que los doctores nos acostumbraron a frases como “crisis de la adolescencia”, “crisis de la juventud” “crisis de los treinta” “crisis de los cuarenta” y todo eso sin contar la verdadera Gran Crisis, esa que anda por ahí en forma de perro que nos ladra o de conductor que nos echa el auto. De verdad estoy partido por la mitad. Ni qué hablar de la universidad. O de las chicas. (En otro post hablaré de estos temas). Y en mi casa mis hermanastros ponen la radio a un volumen escandaloso, de verdad, y les importa una mierda si leo un libro o veo la televisión tranquilamente. Se preguntarán qué hago aquí. He ahí el meollo. No lo sé. Hay cierta pasividad latente en todos nosotros y cierto potencial escondido. Bien, conozco lo primero pero lo segundo lo tengo bastante escondido. Además no creo que no les importe, simplemente no se dan cuenta. Así es la gente, mierda, así y nunca quieren voltear a verte. Como dice mi amigo Espartaco, nunca te miran a los ojos. Joder. Por eso admiro a Pete y soy un lector fiel. Los vínculos que Pete establece con el mundo son, perdón por lo trillado, los que él impone y no los que toma como una limosna.
(Creo que este párrafo necesita pulirse).
Hay dos tipos metidos en la celda de Pete y Pete parece no hacerles caso, de hecho no le hace caso a medio mundo porque sus maneras sociales, la verdad sea dicha, se ven obstaculizadas por su coeficiente intelectual que es de 140.
Dice Pete: The one thing the prison system cannot take totally away is one´s mind.
Y esta otra: The biggest problem I have in here is that I still find the need for some instant gratification, such as an idea that I want to share with someone, and have them tell me how great I am.
En general creo que suscribo, como lector de Pete. Pero un momento, Pete no es tan grande como dice, no: está en prisión (estaba, pero lo sigue estando en sus escritos), le cagan sus compañeros y sufre porque no puede hacer algo tan sencillo como compartir una idea. Sí, Pete, ajá, lo que tú digas, ¿qué es eso?, ¿otra carta a tu editor de bloggers? Carajo, Pete, ¿de verdad no tienes a nadie con quien hablar? Creo que algunos podemos agradecer el no estar en su situación si es que tenemos por ahí a algún amigo o amiga que pueda escucharnos. Hasta hoy creo que es lo más valioso que he logrado en esta vida. Nada más. Y por eso desearía agradecer a mis amigos. Qué sentimental se pone todo esto. Hey, lo digo en serio.
posted by Unknown @ 11:59 AM,
1 Comments:
- At 1:08 PM, Estrella Marinera said...
-
respecto a lo que escribes en "pequenio post" creo que a todos a veces nos pasa lo que a Gonzo, es triste reconocerlo, pero si; y tmb creo que otras veces somos como la "cerda" como le llamas tu ....triste realidad...
The Authors
John Travolta
John lives in Toronto and is a freelance illustrator and a designer/animator for CHUM Television. He writes about , design, and visual culture under the pseudonym Robot Johnny
Claire Robbinson
Claire Robertson is an illustrator and toy from Melbourne, Australia. While her illustration clients have included The New York Public Library, Scholastic and Cambridge University Press, itâs her blog Loobylu.com that brings her the most joy and which has attracted the most attention with rave reviews in the Wall Street Journal, WIRED Magazine and The Guardian.
About This Blog
This blog is a multi-author blog devoted to illustration, art, cartooning and drawing. Its purpose is to inspire creativity by sharing links and resources. Albert Einstein said, âThe secret to creativity is knowing how to hide your sources,â but what the hell did he know anyway? The site was conceived by John, like all good ideas, while goofing off at work.
Contact Us
This is an open source template, which means that you are free to use it in any way you want to without any obligations. If you decide to use this template, I kindly ask you to leave the "Design by Andreas Viklund" link in the footer. I am also interested in seeing how my templates are used, so feel free to send me an e-mail with a link to your page. If you want more templates to choose from, check out the sites in the "Favorite links" menu to the right!
Good luck with your new design!